lunes, 18 de marzo de 2013

Eres escritor

Uno nace diferente, lo sé. Algo en la manera de ver y sentir los días, como si no pudieras dejarlos pasar sin que te raspen los dedos.

No siempre lo supiste, pero hay un momento en tu infancia, adolescencia o adultez donde de repente te das cuenta. Tus días no son tuyos, las personas son personajes y caminar por las calles es ver la trama de una historia caminando.

No sabes si bueno o malo, pero eres un escritor.

¿Quién fue el primero que te lo dijo? ¿Cómo y cuándo entendiste que lo tuyo sería escribir?

32 comentarios:

  1. Nunca cuento estas cosas, Verónica, pero tanto tu comentario en HD como la forma sincera y espontánea en que lo presentas aquí me anima a hacerlo.

    Ya a los 4 o 5 años tenía por costumbre contar historias, recuerdo que los vecinos me llamaban para que les contase algo, por lo general lo iba inventando a medida que lo relataba. Por suerte, tuve una mamá que se dio cuenta de que me gustaban las palabras, así que ella, apenas tuve la posibilidad de leer relativamente bien, me regaló algunos libros, pero como no sabía elegir los adecuados, acabo comprándome libros como 'Macbeth' de Shakespeare o 'Crimen y castigo', de Dostoievsky. Así que a los 10 años ya tenía la cabeza medio quemada.
    En la adolescencia entró la música en mi vida, así que me dediqué a componer y escribir letras de canciones. Una larga historia.
    Lo cierto es que comencé a extender las letras y convertirlas en pequeños cuentos, cuando tuve unos 20, hice una edición casera para mis amigos, los que me animaron a que siguiera escribiendo.
    Fue entonces que abandoné la música y me dediqué sólo a escribir, aunque lo de abandonar la música es algo mentiroso, pues cuando escribo, siempre trato de que los textos sean 'musicales', los leo en voz alta una y mil veces, hasta que siento que tienen una linda melodía, ritmo y que de fondo todo está sostenido por la armonía del conjunto, recién entonces creo que es digno de ser presentado.

    En fin, te hice un miniresumen, pues tampoco quiero utilizar este espacio para hablar de mí, perdón si me extendí.
    Un fuerte abrazo.
    HD

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    1. Humberto,la idea era que utilizaras este espacio para hablar de ti, mi comentario en tu blog fue muy sincero :)

      Gracias por compartirme tu historia, reafirma un poco lo que ando pensado: desde muy pequeños medio sabemos que nos gustan las historias, pero siempre hay alguien que se da cuenta que pensamos diferente y sin tener idea cómo, va encargándose de "quemarnos la cabeza", como dices tú.

      Un abrazo!

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    1. Discúlpame es que soy medio tonto y cobarde, apenas si puedo dejarte una sonrisa infantil :) ...

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    2. Las sonrisas infantiles son las más adorables :)

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  3. Yo sé que a ti te gusta la literatura, pero también te vi explorando en el área audiovisual cuando estábamos en la U. Pensé que seguirías ese camino y ahora que te veo tan fírmemente aferrada a las letras, sonrío. Creo que incluso te veo con mayor habilidad o experiencia que yo.... ¿te gustaría leer/revisar una historia (crónica) en proceso que estoy escribiendo en este momento?

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    1. Caro,

      Estoy convencida que el área audiovisual tiene mucho que ver con las letras, porque también va acompañada de historias y de personajes. Estoy aferrada a las letras, pero no me niego a que estas se transformen en imágenes ;)

      Mándame tu texto, con mucho gusto lo leo y te doy mi opinión!

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  4. Nunca había escrito nada.
    Un día hace unos años en un periódico convocaron un concurso de poemas.
    Yo nunca había escrito un poema.
    Pero me salió uno casi sin querer y lo envié.
    Lo publicaron y me quedé sorprendido.
    Aún así seguí sin escribir.
    Un año o dos después empezó el boom de los blogs y me dio por tener uno.
    No sabía que hacer con él y los primeros posts que ya eliminé eran problemas de ajedrez, fotos, etc... pero me aburrí enseguida y un día me dio por postear un poema.
    Me gustó y así hasta hoy.

    Besos.

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    1. Toro Salvaje,
      me sorprende muchísimo que te demoraras tanto tiempo en descubrir lo que era la escritura. Me encanta saber que el mundo de los blogs te haya dejado en ese camino.

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  5. Gracias por tu comentario en mi rincón de sueños. No me considero ni mucho menos escritora. Sólo soy una persona que expresa lo que siente con las letras.
    Empecé con el blog por esa necesidad por contar aquello que guardas y que quieres gritar. Era y es un espacio para gritar sentimientos, para reflexionar y aprender de una misma. Con el tiempo, se fue convirtiendo en parte de mí. Y gracias a la casualidad o al destino esa fue la mejor forma de encontrarme. Con las palabras me hallé y supe hallar en ellas más de lo que nunca creí.

    Te agradezco de nuevo tus palabras. Un beso fuerte.

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    1. Imaginativa, en esto estamos de acuerdo. Las palabras muchas veces son la mejor forma de gritar y así encontrarnos con nosotros mismos, pero es increíble ver como esos gritos se van transformando en imágenes.

      Un abrazo amiga, gracias por pasarte por aqui!

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  6. huy esa pregunta normalmente es una encrucijada, por lo que te respondo desde mi experiencia,

    PORQUE ESCRIBO
    Escribo porque no tengo nada que hacer
    Y…
    Para ordenar mis pensamientos
    Porque son olas de mar perturbadas
    Que se elevan
    Para dejar de divagar
    Entre tantas fluctuaciones
    Para comprender la causa del mundo
    Para vivir un poco mejor
    Si tal vez es posible
    Para no dejar de estar
    Aunque sea punzante
    Para sobrevivir a lo que se rehúye
    Para protestar plácidamente
    O simplemente para pronunciarme
    Abandonando la clandestinidad
    Porque se debe escribir siempre
    Porque es esta mi esencia
    Lo que me persuade en permanecer.

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    1. Caro, me encanta saber que sigues escribiendo y protestando plácidamente. Nunca dejes de hacerlo. Un abrazo amiga!

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  7. El nacer en la escritura empezó por el lugar que me recibió en la tierra, una finca alejada del pueblo donde los pedazos de pared de una casa antigua fueron margen para iniciar con mis rayones de alma, alma porque de ella es de donde vienen todas las letras que he escrito en el caminar de mi vida; todo lo que fluye de mi ser, pasando por mis nervios, neuronas, piel, sentidos y llegando a mis dedos se ven reflejado en los diferentes espacios para escribir, hojas de papel, madera, hojas de árboles, pétalos de flores, la arena, un computador, terrones en el campo; marco con lo que encuentre la tinta de los pétalos y hojas, del lapicero, la pintura para los lienzos que surgen de mi alma. Todo está conectado con el ir y devenir de mi escribir entre ilusiones, campo, soledad, melancolía y alegrías, los niños y los viejos han servido para escribir poemas que después pasan al papel, el amor, el ser, la desilusión, el encontrarme en este espacio de mi vida, el poder caminar por este camino que es la vida. Estoy aprendiendo a escribir desde el sentir.

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    1. Sorelly, las imágenes que proyectas en esta respuesta son increíbles. Es lindo saber que todo comienza desde el principio, desde la infancia, en una finca. Con esos inicios, queda poesía para mucho tiempo más.

      Un abrazo!

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  8. Querida Vero.

    Ya en el lanzamiento de mi libro (al que adornaste con tu bella presencia) dejé entrever un poco la historia de mis letras y motivaciones.

    Creo que estoy de acuerdo contigo, la escritura no nace en el interior de uno... simplemente se "despierta", con lo cual quiero decir que muchos de los que nos apasiona crear otros mundos traemos ya un "bagaje" (o maldición podríamos decir algunos) que hace que la vida simple sea vista con otros ojos.

    ¿A qué edad? ¿Cuándo lo supe?... creo que siempre. Sólo que mientras crecía me "distraje" en los asuntos de vivir que tanto preocupan a los adultos. Siempre vi un elefante metido en una boa en donde los demás veían un sombrero (leer la primera parte de El Principito de Exupéry).

    Sea como sea, me tomó largos años descubrir que en realidad mucha parte de mi vida, de lo que hacía, de lo que sentía, de las locuras y corduras que realizaba a medida que crecía... tenían un propósito... llenarme de esa "masilla", de ese material para construir aventuras e historias llamado vida.

    "Yo escribo por enfermo y muchas veces por impotencia...
    Para defender alguna indecencia
    o para desvestir alguna impaciencia.

    Escribo para exaltar una emoción
    Exorcizar viejos recuerdos de alguna pasión
    o...
    Para entre letras...
    Llorar con discreción".

    Malditos Versos Malditos Besos - 2008

    Me encanta lo que haces colega... nunca dejes de escribir.

    Un abrazo cósmico.

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    1. David, me alegra que lograras despertar de esas cosas que distraen a los adultos y los dejan sin escribir. Me encantó tu historia, gracias por compartirla aquí, querido cronopio :)

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  9. Yo no soy escritor, ni pretendo serlo. Sin embargo, un día escribí en mi blog una entrada titulada "¿Para quién escribimos?", donde expongo algunos motivos que impulsan a la gente a escribir. Me ha gustado mucho tu entrada.
    Recibe un abrazo, de uno que no es escritor.

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    1. Antorelo, gracias por pasarte por aquí. Me pasé por tu blog para leer la entrada de la que hablas y me pareció muy interesante cómo divides al que escribe en dos personas, el que escritor y el crítico. En mi caso, tengo a la Verónica Flotante (que usualmente escribe) y la Verónica de cemento (que cuando quiere corrige).

      Un abrazo para ti, "no escritor".

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  10. Sabes que no escribo poesía aunque mi prosa lleve a veces esa carga lírica. Yo soy más de narrar, y eso de contar historias comenzó desde siempre, cuando jugaba con muñecos de GI-jo o caballeros de zodiaco, cuando tenía toda una ciudad de carros y soldados y un par de animales, y entonces las cosas dejaban de ser lo que eran, y el pasillo era un rio y la cama un planeta distinto a la silla, y para atravesar del uno al otra se necesitaba de mi bicicleta etc. Luego uno crece y se pone aburrido y escribe sobre el amor, la vida, o lo que me pasó ayer, pero uno conserva un poco ese juego de niños, en donde las cosas no son lo que son, sino otra cosa que solo uno ve. Mis primos y amigos también inventaban historias conmigo, pero ellos crecieron demasiado, ya son médicos o ingenieros y dejaron de inventar historias.
    En cuanto a la escritura, la primera vez fue como a los 6, también por juego. Me compraron un cuaderno que en la portado tenía a un par de osos niños caminando por una playa siguiendo un mapa del tesoro. Recuerdo haber empezado a inventar la historia, había un baúl, los niños encontraban el mapa etc. Y así, entre lecturas y juegos, comenzó el juego de escribir alguno de los libros que leía.

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    1. John, me ha encantado leer tu historia, es increíble lo poco que conocemos finalmente a los demás. Es muy bonito que aún conserves pedazos de ese niño, y no te vuelvas aburrido como tus amigos.

      ¡Qué impresionante la historia que podía surgir a partir de una portada de un cuaderno! Yo recuerdo que la primera que escribí, también a los 6, hablaba de un astronauta que se caía del cohete y llegaba a la China, dejando un hueco gigante. ¿Y si volvemos a escribir con la libertad de esa edad?

      Un beso!

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  11. La verdad es que tener dos hermanos mayores ayuda a uno a crecer más rápidamente. Aquello que se le ocurre al mayor lo acaba haciendo también el pequeño, solo que seis años antes. Así es con todo. Era muy pequeño cuando se nos dio por escribir libro-juegos como esos de Elige tu propia aventura, pero de tan solo cinco páginas. Una cosa minúscula que escribíamos en media hora, aunque a veces nos pasáramos tardes enteras. Entre los tres llegamos a hacer unos cuarenta. No es gran cosa pero podríamos llamarlo el principio.

    Pasó mucho tiempo hasta que volví a escribir. Las historias las hacía con los muñecos (Masters del Universo primero, G.I. Joes después). Con mi primo hacíamos "películas" con ellos. Muchas veces pasábamos más tiempo ideándolas y montando a los muñecos que jugando en sí. Pero así íbamos creando historias.

    El medio volvió a ser la escritura una tarde de abril (ignoro el año, barrunto que fue 2004 o 2005). Regresaba a casa pensando en mis cosas, sopesando escribir relatos eróticos en una página bastante conocidilla por entonces. Y de repente mi cabeza hizo click. Me di cuenta de que haber publicado no puede establecer una diferencia entre ser o no ser escritor. Y que, por tanto, cualquiera que escribiera, o que incluso tuviera la intención de escribir, era, de facto, escritor. Así que desde ese día lo soy. Aunque había escrito cosas antes, muchas (ya estaba en foros y muchas veces los posteos eran largos y elaborados), aunque había escrito incluso algunos relatos con anterioridad. Fue ese día cuando me lo consideré a mí mismo. Luego escribí para algunos concursos de foros, unos pocos en un blog que tuve, poca cosa. Hasta que no creé Atlantis 2050 en noviembre de 2007 no habría escrito más de 15 o 20 piezas cortas de ficción. Fue entonces cuando comencé a tomármelo más en serio.

    Han pasado cinco años (y cuatro meses, ahora) y no sé cuánto he progresado. Sé que sigo sin creérmelo demasiado, que no pienso que nunca vaya a vivir de esto. Pero me gusta hacerlo. Me gusta mucho. Y no creo que pudiera dejarlo...


    Te dejo un beso, además de todo el ladrillo anterior. :-)

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    1. X, gracias por el ladrillo, me ha encantado conocer tu historia. Mi parte preferida: tu infancia entre historias, es increíble pensar el papel que tuvieron los libros de "Elige tu historia" o los muñecos de G.I Joe en lo que eres ahora. Gracias por compartirla aquí.

      Un abrazo!

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  12. Hola Verónica

    Estando en noveno grado, nos fue asignada la lectura de "Angelitos Empantanados" de Andrés Caicedo. Recuerdo que el libro me gustó mucho, pero me gustó sobre todo la actividad que se debía hacer después de leer el libro: la creación de un capítulo más. Recuerdo que ese día (domingo) quería terminar rápido de hacer tareas para salir a jugar con un amigo, entonces para apurar la labor, le dicté a mi mamá lo que se me había ocurrido, y al terminar me dijo que le parecía bueno. Sé que recibir un halago de la mamá no es algo objetivo, pero cuando recibí el trabajo calificado, me di cuenta de que no habían sido meras cordialidades maternales, y me sentí bien.

    Hay otros momentos que recuerdo con precisión, tal vez por la sensación de arrebato que tuve en ese momento para escribir. Me recuerdo mirando desde el balcón de mi tía un árbol de mangos y poniéndome a pensar en mis amigos, los nuevos y los viejos, y los que ya no había vuelto a ver, y que comparaba ese árbol, sus ramas y sus frutos con mi vida tormentosa de 14 años. O está también la ocasión en que escribí un pequeño poema al cielo, una mañana soleada y brillante en la que lamentaba mucho tener que estar en un salón de clases. O el poema que escribí a la luna y a las nubes nocturnas una vez en que me levanté en la madrugada en mi casa, y me dio por mirar hacia el cielo y desear estar con amigos en un parque. O de cuando conocí una niña muy linda en una playa en Tolú y me enamoré de ella, pero nunca volví a verla, y entonces escribía una larga crítica a mi falta de valentía. Y así, y así, y así...

    Un día, yo había decidido atribuirme la responsabilidad de convertirme en una clase de narrador urbano que capturase el espíritu de Medellín en la época en la que he crecido. Sin embargo este propósito se ve dilatado por todas mis otras ocupaciones (enamorarme y cuestionar el destino, y estar solo y querer volver a enamorarme y jurar que mi destino poético se alimenta del amor y el desamor, fluctuando entre las pasiones y los lamentos).

    Quiero agradecerte por haberme invitado a contarte esto :)
    Me hace pensar en que tal vez ¡aún quiero ser poeta!

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    1. Osmar,

      Hace varios días leí tu respuesta y podía jurar que te la había respondido, porque me gustó muchísimo. Me encantó la historia del árbol de mangos, el amor frustrado en la playa de Tolú, tu mamá que resultó ser muy objetiva y todos esos pedacitos de escritor que mencionas aquí.

      Un abrazo, amigo!

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  13. Hola Verónica. Leía novelas desde muy chico, supongo que fue eso lo que me dejó marcado. Empecé pronto también a escribir, a mano, cosas que no eran tan malas pero que de ningún modo publicaría ahora. Luego, vagué por distintos géneros y países. Creo que la novela negra, en especial, ayudó mucho a mi estilo.
    Hay etapas en que escribo mucho, otras en que escribo menos, y otras en que nada. Pero creo que hay tener una cierta disciplina en esto de escribir. Sobre todo en personas dispersas como yo.

    Un abrazo.

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    1. Hola Nelson! Gracias por pasarte por acá y dejar tu comentario. Yo estoy convencidísima de que ninguna de las cosas que escribimos cuando estamos más pequeños es mala y me gusta que estemos de acuerdo.

      Además ¡Vivan los escritores dispersos!

      Un abrazo.

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  14. Hola Verónica, he de aceptar que me costó mucho encontrar tu blog, yo soy una de tus compañeras del taller mascaluna. El caso, yo decidí escribir cuando entré a la universidad en el 2011, me costó mucho porque no tenía buenas bases, pero gracias a la ayuda de los profesores fui mejorando.

    Me llama la atención que, contrario a lo que creía, lo mío es la escritura académica, se me da de una forma más sencilla que por ejemplo el cuento o la novela. De igual modo, esporádicamente escribo sobre cosas que me gustan: lugares, naturaleza. Tal vez no lo hago muy bien, pero finalmente, lo importante no es escribir bien sino divertirse haciéndolo.

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    1. Hola Galatea! He de aceptar que casi no descubro cuál de las miembros del taller eras.

      Estuve recorriendo tu blog y me gustó mucho, pero no estoy de acuerdo en lo tuyo sea únicamente la escritura académica, en las entradas se puede ver el inicio de muchísimas historias.

      ¿Nunca se te ocurrió escribir cuando estabas en el colegio? Lo digo porque sé que estudiamos en el mismo y es un poco triste.

      Un abrazo!

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  15. Lo descubrí a mis largos 18 años, en una de esas absurdas situaciones familiares que causan una gran sensación de querer escribir, y motivado por aquella gran escritora, ausencia, que ahora pienso que tal vez estaba un poco contagiado por aquellas agradables locuras sobre su vida

    gracias,
    cofi.

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    1. Hay comentarios que definitivamente alegran el día, querido Cofi. Sé que apenas comienzan tus días como escritor, pero no tengo duda alguna que ya eres uno increíble.

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